miércoles, 17 de enero de 2007

Apuntes médicos

Médicos y periodistas se encontraron en la sede de la Real Academia de Medicina de Cataluña. Se volvieron a escuchar las mismas discrepancias de siempre: traducir el lenguaje científico, la necesidad de simplificar para acercar la información al público en general, el amarillismo de algunos medios... Nada nuevo. Sin embargo, el periodista del Avui Joan Oliver realizó una interesante reflexión sobre la inocencia de la gente corriente. Explicó que los periodistas siempre han tratado de protegerse de los políticos y de las empresas como fuentes que hay que tratar con cuidado, mientras que respecto a las personas normales se ha dado por hecho su bondad. Un error en estos tiempos en los que la búsqueda de indemnizaciones por presuntos errores médicos convierte en interesada a cualquier tipo de fuente.

El doctor Miquel Villardel, catedratico de medicina en la Universidad Autónoma de Barcelona, habló del trastorno del enfermo informado. Es decir, aquel que llega a la consulta con folios y folios sobre su enfermedad. Claro, como los médicos ya están informados no necesitan buscar en Internet cuál es la traducción de sus síntomas.

Por cierto, dijeron que colgarían el debate en la página web del colegio de médicos. Una buena iniciativa para aquellos a los que no le da tiempo a ir a todo.

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